martes, 2 de junio de 2015

Nada dura

Hoy me siento afortunado, por el solo hecho de sentir el roce de tu mano,
me siento feliz porque sé que estás a salvo de todo lo que te hizo mal.
Te veo, y cada instante que lo hago, desearía que ese momento sea eterno,
pero sé bien que nada dura para siempre, por eso intento guardarlo todo en mi corazón.

Quizás deba escapar de todo esto que siento, quizás deba seguir buscando,
pero no puedo pasar la vida escapando de todos los sueños que me dan vida.
Podría tan fácilmente olvidar, pero el olvido va tan acompañado de la muerte,
de la muerte en vida, del dolor de ver los días avanzar lejos de uno mismo.

Solo espero poder despertar a la mañana siguiente con la imagen de tus ojos otra vez,
espero no olvidar el sonido de tu voz, que quede grabada por siempre en mi alma.
Y si es que solo puedo volver a verte en mis sueños, quisiera quedarme a vivir ahí,
por siempre, tan solo admirándote en silencio, perdiéndome en vos.

Siendo consiente que nuestro presente pronto se irá lejos prefiero acercarme y sentir tu calor,
y no olvidar de la persona que sos, de todo lo que en verdad sos.
Si el fin está cerca que el nuestro tiempo juntos se detenga y sea eterno mientras dure,
porque si hemos de arder en los infiernos disfrutemos de los cielos lo más que podamos.

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