Los sentimientos engañan tanto, tal vez dibujan realidades que no son,
porque también lo que juega ahí es el deseo, el deseo de escapar de la soledad.
Una soledad que aunque a veces queramos ocultar está ahí presente,
porque hace falta mucho para que no esté, más cuando todos te hacen sentir solo.

Buscas gente que intente llenar vacíos, pero esos vacíos estarán igual,
porque tal vez esté en vos el tener que llenarlos, quizás esté en vos la respuesta.
Porque siendo vos, quien en verdad sos, se puede completar las partes faltantes,
aunque muchas veces creíste lo contrario, ningún otro sabe tu verdad.

Nos equivocamos tanto a veces, y no vemos lo que en verdad pasa,
engañarse y perderse es tan común, porque al final somos esclavos de esos sentimientos.
Esos que son a veces tan confusos y profundos, los abrazamos y nos rendimos a ellos,
aunque tal ves tarde vemos lo lejos que nos llevaron a través del dolor.

Equivocarse, levantarse y volver a caer, cosas tan comunes de una vida tan llena de cosas,
cosas que se vuelven tan complicadas y simples a medida que se recorre el camino.
El camino que se llama vida que nos puede llevar a tantos lugares que jamás imaginamos,
pero al final ese trayecto trata de eso, aprender y vivir sabiendo que todo puede mejorar.