viernes, 2 de junio de 2017

Un sueño real

Un día sentí despertarme de un sueño muy largo,
sentí que dormí toda mi vida hasta que te ví.
Nunca supe bien que era real y que era sueño,
hasta que conocí tu voz y tu mirada.

Pero al mismo tiempo esa realidad trajo algo más,
me dió un dolor que no conocía, algo nuevo.
Porque en los sueños uno está en una paz irreal,
no hay sufrimiento, no hay mal, solo esa paz distante.

Entonces ví que al despertar no era algo tan bello,
y entonces puede entender que ese despertar me dió libertad.
Una que jamás conocí hasta ese día que conocí tus ojos por primera vez,
el día que vi los colores que me regalaron tu imagen.

Me liberaste, aunque me haya hecho sufrir también tu presencia,
fue un dolor que volvería a sentir mil veces.
Volvería a él solo con volver a sentir tu mano sobre la mía,
 aceptaría mil infiernos con gusto, solo con ese segundo.

Un segundo que sería eterno, solo perdiéndome en tus ojos,
una realidad tan lejos de un sueño que nutre mi corazón.
Lo nutre de esperanza, aunque el suelo que piso desaparezca,
sé que volveré a encontrar el rumbo, ahora si lo sé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario