domingo, 1 de abril de 2018

Un soplo de vida

Puedo pasar mi vida repasando todas las tormentas,
pero creo ninguna se asemeja a las tuyas.
A veces uno se ahoga en lágrimas,
pero no sabe lo que es el verdadero océano.

Los golpes nos llegan a todos, aunque otros duelen más,
los peores son esos que dejan cicatrices que no sanan rápido.
Esas a veces dejan marcas tan difícil de superar,
tanto que nos hace repetir todo una y otra vez.

El infierno vuelve cada tanto, nos llena de miedo,
ese nos paraliza, nos hace perder del vivir.
¿Porque es que vivimos al final?
¿Que hace que existamos en si?

¿Existir al final es sufrir?
La agonía termina siendo algo muy común,
pero al final es algo parte de todos,
parte de esta frágil humanidad que existe.

Aunque los golpes nos hacen caer de rodillas,
al final de camino hay algo de luz,
Esa que nos hace salir y levantarnos,
aferrarnos a esa quizás haga todo más leve.

Conocemos el principio, pero no el final,
eso es lo que hace emocionante a este viaje.
Aunque más de una vez quisieramos apresurar el final,
si seguimos acá es por algo, tenemos mucho que cumplir.

La vida nos puede sorprender tanto a veces,
quizás nunca sabremos lo mucho que dejamos,
ni lo mucho que podemos cambiar la vida del otro,
cosas que el tiempo mismo terminarán decidiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario