Pasamos las horas intentando ser libres,
alejarnos del encierro, de las ataduras.
Porque ese corazón que llevamos dentro,
ese busca esos lugares a los que nunca fuimos.
Nuestra alma busca un lugar particular,
uno en el que jamás estuvimos,
pero que una parte de nosotros considera suya,
quizás en otra vida pasamos por ahí.
Sentir ese viento en el rostro,
disfrutar de la vista hasta dónde llegan los ojos,
Sentirse tan vivo, y libre, con poder recorrer todo,
todo el mundo que pase por nuestros deseos.
A veces olvidamos lo que en verdad somos,
a veces no sentimos las cosas verdaderas,
por eso hay que llevar la mente muy lejos,
donde la paz vuelva y el mal se vaya.
Quizás sea imposible ser libre del todo o tener algo de paz,
pero pelear por eso, ir en busca de lo que está en nuestro pecho,
eso nos hace diferentes al resto,
nos hace libres en verdad.
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