viernes, 21 de junio de 2019

Pequeños tesoros

Hay tesoros que no confiamos a cualquiera,
esos no son relucientes y brillantes.
Pueden ser detalles tan pequeños,
que muchos no pueden llegar a ver.

El tiempo puede ser algo de eso,
algunos que poseen tan poco,
a otros les sobra en demasía,
pero a los que les falta en verdad lo valoran.

Espero estar en cierto lugar, uno en la suerte me sonría,
uno en que pueda tener una pequeña pisca de tu tiempo,
tan solo para poder ver en verdad quien sos,
creo saber un poco sobre eso, pero mi certeza no está.

Veo como pensás, tus ideales, eso me hace querer conocerte,
escucharte, mirarte, pelearte, darte la razón y hasta equivocarme,
tan solo ser parte de otro capitulo de este viaje llamado vida,
volver una y otra vez a equivocarse, acertar y seguir.

Más de cualquier parte de tu tiempo que quieras darme,
más allá de todo pensamiento y deseo que tenga,
espero poder alcanzar tu tesoro más bello,
que son tus palabras y tu sonrisa. 

jueves, 13 de junio de 2019

El cielo y la tierra

Ellos eran parte del todo, pero no eran lo mismo,
eran dos extremos, pero terminaban siendo uno.
Aunque se separaran mil años, volverían a verse,
había algo que hacía que volvieran.

A pesar de que uno era luz y la otra oscuridad,
a pesar de estar llenos de defectos,
a pesar de tener todo en contra,
había algo que los hacía fundirse como nada.

Entre mundos que explotaban llenos de odio,
pudieron parar el tiempo y ser ellos.
Teniendo tan poco uno del otro, supieron tener todo,
todo lo que a cada uno lo hacía ser quien era.

Mil tormentas, cientos de océanos,
kilómetros interminables, mundos sin conocer.
Nada fue suficiente para separar lo verdadero,
aunque cada uno fuera un universo distinto.

Al fin de la eternidad ambos volvieron a chocar,
porque cada uno tenía lo que otro necesitaba,
eso que solo ellos sabían que era,
tan solo lo sentían, y eso era suficiente.