domingo, 20 de enero de 2019

Entendí

Cuando el mundo se derrumbaba en pedazos apareció,
fue una luz entre tantas sombras, pero una luz particular,
una que me devolvió la fe, a pesar de que esa luz era muy frágil,
sutil como una estrella lejana, pero fuerte como mil soles.

Quedé congelado con su mirada, una profunda como el mismo océano,
ahí encontré un dejo de tristeza, uno que sabía pocos conocían.
Esa tristeza estaba oculta, en lo más profundo de su ser,
nadie podía verla, pero la sentí, cuando su mirada se cruzó con la mía.

Vi un gran vacío, cuando pude sentir toda esa tristeza,
ahí vinieron mis ganas de poder arrancarle todo eso que llevaba,
pero esa misión fue imposible, fue como intentar tomar la lluvia con las manos,
sentí que no podía, que todo fue más de lo que pude enfrentar.

Fue un sentimiento extraño, pero supe que no podía hacer nada,
apenas podía con mis demonios, era imposible lidiar con otros,
por eso ante todo busqué lo que le haga bien, y vi que yo no era ese bien,
para que encontrar un nuevo amanecer hay que meterse en las tinieblas.

Aunque su sonrisa se había vuelta mi universo, entendí que yo no podía mantenerla,
no podía seguir dando mucha más vida esa hermosa luz que contemplaba.
Y si insistía ¿En que me iba a convertir? ¿Que dolor le iba a hacer pasar?
Pensé que no podía vivir sin su luz, pero la verdad era que me costaba vivir.

Te enseñan a complementarte con alguien, pero no con vos mismo,
porque no podés estar con alguien si a vos te falta estar bien.
Y al final entender que querer no es poseer, sino que el otro salga adelante y crezca,
todo parte del crecer y entender que el verdadero amor es algo más puro de lo que se cree. 
 

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