Me rodea en un dulce abrazo,
a pesar de que no quiero estar con ella,
me persigue hasta atraparme una vez,
dónde mis pensamientos son mi karma.
De tantas vidas que viví, cada una dejó una marca,
algunas están más profundas que otras,
pero cada una dejó algo nuevo en mi,
pero también se llevó algo que nunca volverá.
A pesar de temerle siempre está ahí,
es ya parte de mi vida diaria,
esa soledad que me deja sin palabras,
pero me llena de cosas que nunca serán.
Aunque quisiera no puedo ignorarla,
ya es parte de mi, aunque a veces saque lo peor de mi,
aceptarla me llevó tiempo, pero no puedo hacerla mía,
y tampoco decir que la disfruto, pero ahí está.
Aunque ponga los mil sentimientos que me embriagan,
no debo perderme en ellos, sino me perderé otra vez,
hay que ser fuerte para no complicar cada paso que damos,
quizás me engañe, pero sé dónde está mi verdad.
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