Las almas

 Un alma se encuentra con otra sin importar la distancia, sin importar el tiempo, sin importar los obstáculos. Aunque el mundo haya quedado paralizado años, esas van a encontrarse, porque hay que hace que no estén solas, algo las llama a protegerse una a la otra y ayudarla a la levantar sin importar lo que deje en el piso, sin importar lo que la ataque.

Aunque los días sean siglos, y las horas mil inviernos, en los que la luz apenas esté presente, algo las unirá y las volverá compañeras, sin ningún dueño, solo estando para que la otra florezca como mil primaveras, peleando por los sueños del otro, estando ahí cuando todos den la espalda y nada los haga volver a la vida, esa mano está ahí, borrando cada herida que el tiempo dejó.

Mil vidas han pasado, pero siguen encontrándose, aunque vivan perdidas en sentimientos que oscurecen cada amanecer, hay fuerzas que la misma naturaleza no pueden detener. Son fuertes de por si, pero juntos invencibles, las noches los llevan a lugares dónde nunca estuvieron, pero sienten que en otra vida algo pasó en ciertos lugares, vidas interminables que nada puede frenar.

Pueden pasar mil guerras, mil revoluciones o mil separaciones, pero las almas que se pertenecen vuelven a la otra, fuertes contra el mundo entero, entiendo el dolor que han pasado, sin juzgar, solo acompañando hacia el camino dónde deben estar. Ahí en el camino verdadero de sus vidas, dónde todo lo que no entendían ahora tiene sentido, simplemente vivir, equivocarse, soñar y seguir viviendo.