Entiendo la tormenta que atraviesa tu corazón, aunque sientas que te arrastra hacia una trampa de inseguridades, no desesperes, siempre habrá de dónde aferrarse. Aunque dés vueltas sobre ideas que van al vacío, centrate en lo importante, la razón de todo el camino que estás transitando.
Todo se irá un día, lo que te apresa y no te deja estar libre, no tires tu tiempo en ahogarte en lugares que no te van a llevar a un lugar sin salida, no dejes que nublen esa luz que tenés tan natural. No estamos solos en este camino, siempre está quien te levanta en el largo camino y nos hace olvidar lo perdidos que a veces estamos.
Somos muy frágiles, pero también podemos ser muy fuertes, sufrir nos vuelve fuertes pero si entendemos que el camino más duro es que en verdad nos va a dar más paz. Arrastrando el peso de todo lo que nos saca la tranquilada, así va a ser el camino que tenemos que pasar, aunque te sientas como en un pozo, sabe que siempre está ese salto de fé que nos devuelve dónde debemos estar.
No te entregues a ese dolor, ni pienses en los pasos en falso, tu verdadera fuerza está por llegar, para derrotar todo, viendo desde lejos lo que una vez supo quitarte el sueño. Podemos ser libres, tan solo buscando esa libertad, la que está en nuestros corazones, la que rompe todo dolor, la que simplemente te hace ser la guerrera que sos.
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