Un día te ví, un día te volví a ver

Un día te ví, tan hermosa, tan brillante, sentí que el mundo se caía,

se caía porque no podía entender que estaba viendo.

No podía entender que me pasaba al verte, era algo que no podía explicar,

después me alejé de esos pensamientos, creí que mi mente exageró.

Uno conoce a tantas personas en la vida y muchas veces terminan siendo estrellas,

las ves resplandeciendo, pero lejanas, fueras de tu alcance.

Por eso quizás creí más de lo que podía ser, calmé cualquier emoción y seguí,

la vida seguía, nadie puede apartarte de todo por siempre.

Pero esas vueltas extrañas que tiene el universo o lo que sea me hizo conocerla,

escucharla, saber que le entusiasmaba, que pensaba, por lo que creía luchar en verdad.

Ahí algo pasó, no le encontré explicación, pero si me había parecido bella,

ahora lo era el triple, el solo mirarla revolucionaba mi día por completo.

Me sentí atrapado por su hermosura, su mirada y su sonrisa, no era perfecta,

pero sabía quién era, es hacía que la viera con una luz única.

Desde entonces los momentos fueron deseos, los deseos de no perderme,

de no perderme nada de las conquistas que llegue ella a tener en su vida.

Un día te volví a ver, no solo te vi más hermosa, sino con una fuerza increíble,

de esas que mueven montañas que no se detiene ante nada para llegar a sus sueños.

Solo espero poder seguir viéndote ser feliz y seguir completando tus metas,

porque sé que un mundo en el que estás bien y sonriendo, es en el que quiero estar.